martes, 6 de octubre de 2015

La sistemas de decisiones no se eligen. La Democracia no se elige.






No. Los sistemas de tomar decisiones en la sociedad no se eligen. El mero deseo de que un sistema funcione no lo hace funcionar. A muchos le gusta la Democracia y desean que sea el sistema de gobierno para todo, pero ese deseo no es suficiente para que así sea. La realidad se impone y en ciertas organizaciones la Democracia simplemente no funciona. Y no funciona porque si se opta por ella en ese tipo de grupo, pone en riesgo la supervivencia del mismo. Un buen ejemplo es el del ejemplo de la democracia aplicada en una familia con niños pequeños. Puede poner en peligro a la familia entera. Y no es un debate entre lo bueno y lo malo, es la supervivencia o no de la organización la que decide: la elección que resulta adaptativa permite que el grupo sobreviva, la que no, hace que desaparezca.

Vamos a ir muy despacio ahora pues estamos en un punto crucial. ¿Cuáles son las formas de tomar decisiones que resultan más adaptativas y cómo se produce la elección, a su vez, de esas formas de elección? Casi parece un trabalenguas. 

La naturaleza tiene una forma de tomar decisiones en sí misma que es la prueba y el error. Si un organismo toma las decisiones de manera "equivocada" (no adaptativa a ese momento y ese medio ambiente) simplemente desaparece. Pero el ser humano dispone de un sistema en apariencia alternativo o complementario a esa forma de depuración de los comportamientos, que es la simulación mediante el pensamiento. 

El cerebro (no vamos a pararnos a analizar en profundidad lo que es pero entre otras cosas....) es un simulador de posibilidades. Ante un problema puede presentar muchas alternativas de solución pero en la imaginación, mediante abstracciones mentales. Puede optar a muchas alternativas mediante la creación de imágenes mentales antes de tomar la resolución real. Eso cambia un poco las reglas del juego y las consecuencias de esas nuevas posibilidades quizá tardemos en comprenderlas. 
Nota: La naturaleza en primer lugar utiliza el método del ensayo-error. Por ejemplo en el conocido como periodo Cámbrico hay una explosión de seres muy diversos. Millones de ellos van a desaparecer después y sólo sobrevivirán unas pocas especies adaptadas a los problemas ambientales. Esto es un gran gasto energético. Luego la naturaleza crea un sistema de buscar soluciones con menos gasto de energía. Un solo ser simula en su cerebro una serie de soluciones a los problemas ambientales que ocurren. Si da con la solución adaptativa el ser sobrevive y se reproduce. Si la solución elegida no es adaptativa el ser en concreto desaparece y otro realiza la simulación mental y quizá de con esa solución que sí sea adaptativa y sobrevive. Con unos pocos seres realizado simulaciones mentales en sus cerebros y descartando muchas de ellas por simple proceso mental, sin necesidad de ser plasmado en la realidad, se multiplican las posibilidades de buscar una opción válida. El método de simular soluciones en un cerebro es una forma de ahorro de energía. No todas las ideas que surgen en ese cerebro son soluciones a los problemas. No todo lo que produce ese cerebro es útil. Pero consume mucho menos energía crear ideas que seres completos. Las ideas que no dan soluciones simplemente se descartan. Para terminar es necesario apostillar que la simulación cerebral supone un ahorro para la naturaleza en general, no tanto para el individuo. El cerebro es un órgano que no tiene "desconexión", está funcionando todo el tiempo generando continuamente materiales mentales abstractos. Todo eso supone un gran gasto de energía para el individuo que constantemente busca problemas mentales para solucionar, lo cual implica una tensión mental continua. Este mecanismo que supone un gran ahorro para la vida, en relación con el individuo supone una alerta constante. Más aún cuando muchos de nosotros no distinguimos entre problemas "reales" de problemas generados en el mismo cerebro, fruto de su necesidad de mantenerse en continuo estado de alerta. 

Pongo un ejemplo para ilustrar como funciona el cerebro a la hora de elegir la alimentación de la familia, que hemos utilizado con anterioridad,  y utilizamos la simulación mental para decidir como solucionar el problema. Las posibilidades no son infinitas en realidad. La mente las podría hacer infinitas pues podría abstraer que se comiera la tierra, o las hojas del campo, o la basura, o no se comiera nada en absoluto nunca jamás y solucionado el problema alimentario. La mente no tiene fronteras a la hora de imaginar. Pero la realidad es limitante. No se puede el organismo humano alimentar de tierra, por ejemplo, o no ingerir nada nunca. Existen reglas dictadas por la realidad que la imaginación no se puede saltar (si el organismo quiere sobrevivir).
Nota: En realidad la mente no es infinita. Solo puede relacionar ideas que ya estaban previamente en el cerebro. Solo combina elementos antiguos para crear nuevos. No puede inventar de la nada. Aunque sí crear infinitas combinaciones con las imágenes que ya posee. 

Entonces, esa mente imaginativa infinita en posibilidades encuentra un primer límite en lo que es real en la física y en la biología. Y las elecciones fuera de esa realidad acaban con la muerte del organismo (y por tanto de esa mente imaginativa que sí necesita un vehículo físico para existir). 

Pero las cosas no son tan extremas ni dramáticas. Respetando la realidad física la imaginación sigue encontrando una gran variedad de alternativas válidas sobre las que decidir. Por ejemplo, para alimentar a la familia se puede recurrir a una variedad de productos muy amplia. Y algunos de ellos tienen consecuencias a largo plazo diferentes a otros de haberlos consumido. Por ejemplo, comer pizza todos los días es una alternativa válida para alimentarse, pero a la larga puede tener efectos sobre la salud. Y esos efectos solo los puede conocer alguien que ha vivido suficiente tiempo o que dispone de una cultura o conocimiento que le informa que comer cierto producto mucho tiempo tiene unos resultados a largo plazo. 

De tal manera que disponer de una mente simuladora nos abre las posibilidades de elegir pero estas elecciones encuentran limitaciones y determinantes. Y la más grande de ellas es una realidad física que no está gobernada por la mente si no que tiene reglas que el pensamiento no se puede saltar (solo en su imaginación). 

Quizá en este momento sería bueno acudir a un existencialista que nos diría algo así: "de pronto un organismo, el hombre, mediante la simulación mental del pensamiento, ha adquirido una capacidad de representar la libertad pero no puede usarla en el mundo real que le pone límites. Y además el hombre, puesto que la tiene (la mente) está obligado a usarla, y a utilizar la libertad que esta le da, pero está condenado al mismo tiempo a elegir (y a elegir bien, más que nada porque arriesga su supervivencia)." 

Soy consciente de la dificultad del razonamiento que estamos llevando. Pero es necesario enfrentarlo pues como organismo, y también como componente de otro organismo (lo cual dificulta la cosa en sumo grado) que es la sociedad, necesitamos ver qué es lo que usamos para esto de la toma de decisiones y quién las toma y cómo. 

En resumen, el ser humano dispone de una mente simuladora que le permite una infinidad de soluciones a los problemas, luego la realidad física impone unas limitaciones imposibles de saltar, y además ese ser humano tiene la responsabilidad de elegir (muchas veces, no siempre) cual es el camino de solución por el que opta. Las equivocaciones las paga con la vida (en el fondo es el mecanismo de siempre de la prueba y el error), a veces con una muerte instantánea y a veces con una muerte a largo plazo. Y la sociedad es un conjunto de seres humanos relacionados de tal modo que la soluciones a los problemas de esa sociedad se puede simular en las mentes individuales de cada uno de ellos pero tiene que encontrar un sistema de toma de decisiones colectiva a los problemas comunes relacionales. 

En una palabra: complejo. No. Muy complejo. 

Pero nos hemos empeñado en entenderlo. 

Y no es suficiente con que una forma de tomar decisiones nos "guste" (en la mente), es necesario también que sea superviviente, es decir que se tomen resoluciones respetando las reglas que hagan sobrevivir al grupo, y eso va a tener mucho que ver con que las decisiones las tomen aquellos que tienen las llaves de la supervivencia, aquellos que tienen algo fundamental para asegurarla. 

Eso lo iremos viendo a lo largo de este blog. Es demasiado pronto para llegar a alguna conclusión. 

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