LA
IZQUIERDA, LA DERECHA Y LAS DEMOCRACIAS
Democracia no hay una, hay muchas.
Una sociedad es más
democrática cuando los ciudadanos toman más decisiones sobre más materias
comunes.
Por ejemplo, una democracia
participativa, donde se deciden muchas cuestiones directamente por votación de
los ciudadanos, es mucho más democrática que una democracia representativa,
donde la votación de los ciudadanos se limita a elegir a aquellos que tienen
que tomar las decisiones.
En una democracia
participativa tiene poco sentido una división de la población en izquierdas y
derechas, progres o no progres, rojos o azules o los de arriba o los de abajo.
La división entre izquierda y derecha solo es una herramienta topográfica para
el conteo de los votos. Los que quieren la opción A, a un lado y los que votan
por la B a otro. Y en una sociedad donde se votan muchas cuestiones cada
ciudadano votará cada cuestión de manera diferente a los demás, unas veces
junto a unos y otras junto a otros, pero nunca en bloques que pudieran clasificarse
en dos grupos únicamente.
La división entre izquierdas
y derechas interesa solamente en sociedades poco democráticas o con democracias
meramente representativas donde se trata de elegir al rey, dictador, o partido
correspondiente que quiere acaparar todo el poder posible. O estás conmigo o
estás contra mí. Todo se reduce a una disputa entre elígeme a mi o a los que están
contra mí. Y en ese sentido tiene toda la lógica el dividir a la población y
enfrentarla.
La realidad es que la
mayoría de decisiones que tomamos no están polarizadas de esa manera. ¿Tenemos
que decidir entre dedicar nuestro tiempo y atención a nuestra familia de origen
o a nuestra familia construida? Seguramente no es necesario optar por una de
las opciones sino gestionar el tiempo que dedicamos a cada una.
¿Queremos vivir en Madrid o
en Barcelona? A lo mejor podemos optar a tener residencia en Madrid y trabajar
en Barcelona, e incluso pasar días de vacaciones en Sevilla o Alicante. Las
opciones son múltiples y además no tienen por qué ser iguales para todos, ni
excluyentes. Puedo optar por A y por B a la vez, y gestionar el reparto de mi
tiempo. Incluso optar por A, B y C y D.
En política es posible y
seguramente conveniente, combinar todos esos modelos, el modelo de la democracia
representativa, el uso de una democracia participativa, y las opciones
múltiples en las votaciones. Perfectamente se podía utilizar un modelo de
votaciones múltiples incluso en la elección de los partidos de las democracias
representativas. Eso evitaría el frentismo, la crispación y gran parte de la
violencia política actual.
La división entre izquierdas
y derechas es algo propio de los totalitarismos y las dictaduras en forma de
grupos que luchan por el poder absoluto.
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