miércoles, 9 de diciembre de 2020

LIBERTAD Y DECISIÓN PROPIA

 


LIBERTAD Y DECISIÓN PROPIA

No es lo mismo la libertad que la decisión propia.

No existe la libertad,  pero sí cierta capacidad de tomar decisiones, que tiene que ver con nuestra dignidad.

 

No somos libres: no elegimos dónde nacemos, de qué padres, cuándo, cómo es nuestro cuerpo, ni elegimos lo que nos va a ocurrir.

 

Sí tenemos cierta capacidad de elección. Podemos elegir, condicionados por factores innatos, biológicos, y también culturales y medioambientales.

Nos condiciona la naturaleza y la cultura, y tenemos que respetar la realidad de la física de la materia tal y cómo es.

 

Entonces solo podemos decir que nuestra libertad aumenta o disminuye cuando más decisiones tomamos, sin importar que esas decisiones estén condicionadas por uno u otro factor condicionante.

 

Algunas veces podemos cambiar nuestros condicionamientos, en primer lugar tomando consciencia de ellos. Solamente podemos cambiar algo cuando lo conocemos.

Si el condicionante cambia quizá nos transforme, pero de eso carecemos de control.

Para modificar un condicionamiento se requiere un trabajo y no siempre es posible conseguirlo. Podemos sustituir un condicionamiento por otro, en este caso elegido, lo que aumenta nuestra capacidad de decidir y nuestra libertad.

Todo ello tiene que ver con la dignidad, entendida ésta como la capacidad de elegir lo más posible en nuestra vida, incluyendo elegir nuestros condicionamientos. Cuando alguien decide por nosotros nos quita algo de nuestra dignidad.

 

Elegir, a veces, también supone un esfuerzo, pues implica que nos hacemos responsables de nuestras acciones, y en muchos casos nuestras elecciones suponen errores, perjuicios o esfuerzos para nosotros. No podemos exculparnos de ellos echando la culpa a otros de nuestro malestar.

Ser libre, tomar decisiones, no significa que todo nos vaya a ir bien.

 

Ahora que hemos tomado consciencia de lo que implica ser libre, tomar decisiones o la dignidad, y también nos hemos dado cuenta de sus limitaciones, ¿estamos dispuestos a asumir las consecuencias de querer ser más libres?

Quizá algunos prefieran la seguridad, y que las cosas sean más previsibles y fáciles, y no tener que elegir tanto, ni ser tan responsables.   

 



 

 

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