domingo, 13 de diciembre de 2020

UNA CONSTITUCIÓN PARA ESPAÑA (10-12-2020). Propuesta borrador

 


UNA CONSTITUCIÓN PARA ESPAÑA (10-12-2020; propuesta borrador

Enlace de la propuesta borrador:
https://drive.google.com/file/d/1nKDGGuk40dUeWcM3JwUiWpumpD8xj7G9/view

Hay muchas personas que se quejan de que hay que hacer cambios políticos importantes en la sociedad en la que vivimos. La queja es el primer paso, pero no podemos quedarnos ahí. Con eso no arreglamos nada, y si además pensamos que simplemente con quejarnos ya solucionamos algo creo que estamos muy equivocados.

Si parte importante del problema es la corrupción y la incapacidad de los políticos actuales, la queja quiere decir que pedimos a los corruptos que cambien para dejar de ser delincuentes y se comporten como buenas personas y hagan lo que sería necesario para cambiar. Ellos no lo pueden hacer. O sería como decirles a los que no saben cómo hacer cambios que aprendieran cuando llevan años sin saber hacerlo mejor. No se le puede exigir a alguien que manifiestamente no sabe a que aprenda algo de repente.

Si nos quejamos tenemos que buscar alternativas válidas, cambios concretos.

Además no creo que la búsqueda de soluciones nuevas sea labor de una sola persona, es más, creo que debemos involucrarnos en los cambios TODOS LOS CIUDADANOS. Es nuestro deber.

Por eso me he decidido a poner un ejemplo, a ser uno más, a participar. He escrito una propuesta de Constitución Española, para demostrar que cualquier ciudadano lo puede hacer, que tenemos que hacerlo entre todos, que es posible.

Invito a todos los ciudadanos de España a hacer lo mismo. Escriban una propuesta de Constitución para España. O modifiquen un artículo, o un capítulo, o un Título. Pero participen. Yo lo he hecho de esta manera: me he puesto la Constitución del 78 al lado y he ido respetando la estructura que tiene y proponiendo cambios. Invito a las personas que quieran a hacer algo parecido. Tomen la Constitución del 78 y reescríbanla proponiendo cambios, más o menos ambiciosos. Incluso pueden tomar la Constitución del 78, tomar la mía del 10 de diciembre de 2020 y ponerse a redactar una propia y compartirla con los amigos, los conocidos, con todo el mundo, para tratar de entre todos modificar o crear una nueva constitución para España. Ese formato nos permite discutir punto por punto y hacer un trabajo coordinado y de grupo. O si quiere haga una constitución totalmente nueva, de arriba abajo.

Mi propuesta de reforma de la constitución española se basa en una serie de cambios que voy a tratar de resumir y explicar ahora.

En primer lugar elimina algunos conceptos lógicos imposibles, como son los que una constitución pueda “garantizar” entre comillas, nada. No se puede garantizar casi nada, y menos por ley, en una constitución. No se puede garantizar la vida de las personas, por ejemplo, pues existe la muerte y el riesgo de morir y por mucho que pongas que por una constitución se quiere garantizar la vida la vida no se puede garantizar. Se puede, de una manera mucho más realista, cuidar la vida, fomentarla, pero nunca garantizarla. Lo mismo se puede decir con el honor, o la vivienda o el trabajo o el bienestar o la salud o la riqueza. Nada de eso se puede garantizar. Se puede facilitar, promover, cuidar, pero nunca garantizar. Y cuando eso se pone en una ley de leyes como es una constitución se confunde y se engaña a los ciudadanos y eso no está bien.

También matizo mucho en la reforma de la constitución que el Estado no tiene como función hacer felices a los ciudadanos, ni buscar la justicia, todo lo más en tratar jurídicamente a todos los individuos, pues la justicia es algo relativo a como se tratan en sus relaciones unos a otros y eso es imposible que lo lleve a cabo un Estado. Cuando las personas intercambian bienes o cuidados o amor, y esperan del otro que les de lo mismo y sean justos, es algo que compete a la relación entre ellos dos, a como perciben lo que dan y reciben, y eso no lo puede cambiar el Estado para hacer justicia universal. El papel del Estado respecto a lo justo es simplemente tratar a todos los ciudadanos de una manera jurídicamente igual pero no puede hacer justicia para todos. Y lo mismo o parecido ocurre con la felicidad o la salud. Son cosas que exceden el papel realista de lo que puede hacer el Estado y es bueno que se deje bien claro para no engañar a los ciudadanos.

En mi propuesta de constitución creo que se deja bien claro de qué se trata cuando hablamos de ser un país o un Estado. Un estado son simplemente un grupo de ciudadanos, que crean unas normas comunes de relación entre ellos, sin que esas normas estrangulen la libertad, quiero decir, que las reglas sean las menos posibles y de esa manera se potencie la libertad individual, y se dotan de unas instituciones para crear normas y tomar decisiones en grupo y todo ello en un territorio determinado que en cierta manera dominan y gestionan, en sus recursos y en sus relaciones con otros estados o países. Eso es un estado. No una idea religiosa o idealista o ideológica de un mundo abstracto perfecto. Eso no existe. No existe el reino de Dios, ni de los sabios, ni la democracia perfecta. Nada de eso existe. Existen estados concretos, con ciudadanos concretos, en lugares concretos, que crean instituciones y normas concretas y se relacionan entre sí. Desde la imperfección.

Es algo parecido a la vida. No existe la vida perfecta. Existen eso sí, seres vivos concretos, con organizaciones concretas, imperfectas, que se relacionan entre sí de diversas maneras. Pero buscar el ser vivo perfecto es tan loco como buscar el sistema político perfecto y pensar que es real.

Me atrevo a enfrentar temas muy polémicos como son los nacionalismos o los intentos de secesión. Creo que en un Estado existen las cosas de interés común de todos los ciudadanos y los intereses de cada persona, pero debemos evitar en lo posible las oligarquías que tratan de adueñarse de pedacitos de lo que es de todos y de esa manera beneficiarse en grupos pequeños. Oligarquías son los nacionalistas, las grandes corporaciones, los grupos que pretenden apropiarse de lo que es de todos. España es de todos los españoles, y cualquier cosa y parte de España compete e interesa a todos. La historia está muy bien, pero el Estado actual es el desarrollo de todo lo que pasó, y podía haber sido de otra manera, sí, pero la actual es la que tenemos y no podemos pretender cambiar el pasado sino reorganizar el presente de una manera más inteligente. Las comunidades autónomas las resuelvo como unidades de gestión administrativa, nada más. Y la competencia de educación la pongo entre las competencias exclusivas del Estado. Y posiblemente sea el comienzo del fin del problema de los nacionalismos y los secesionismos.

Mi constitución toma la del 78 y la modifica en muchos puntos. Es una forma de trabajar. Tomar algo que ya existe e introducir modificaciones. Me atrevo con problemas que a priori parecen complicados, como optar por una monarquía o una república, y yo creo que soluciono de una manera elegante y fácil. También aclarando que es un debate muy poco importante, pues en todo momento contemplo que se puede optar por una fórmula, rey o presidente del estado, sin que afecte para nada a la constitución o al funcionamiento del país.

No se trata de ningún trabajo creativo. No creo nada nuevo. Aunque no he utilizado el corta y pega sino que he escrito palabra por palabra de mi texto, no hay ni una sola idea original o nueva que yo haya aportado. Es una simple combinación de elementos que simplemente he ordenado de otra manera. No tengo ningún mérito de originalidad, sino simplemente y en todo caso, si es que tengo algún mérito, es el de reordenar un puzle, y de esa manera hacerlo más operativo.

Mi intención en realidad es animar a las personas, a los ciudadanos, a todos ellos, a participar en el debate de crear una constitución. A participar en política. No puede estar en manos de los considerados sabios, los juristas, los universitarios, los políticos de carrera, los intelectuales. Es nuestro deber como ciudadanos participar en la gobernación de los que es nuestro. Y esa es la intención de haber escrito esta propuesta de constitución y de haber grabado este vídeo.


 

 

 

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